sábado, 13 de abril de 2013

cuento realismo magico

Llevábamos 10 años ahorrando cada peso para ese viaje, tan esperado, no nos dábamos ningún tipo de lujo ya que cada peso iba para ese viaje a China porque cuando conocí a mi esposa ambos teníamos la ilusión de irnos juntos de viaje, distraernos un poco, darnos un respiro de tanto duro trabajo, de tanto esfuerzo, de tantos días de trabajo. Todo estaba listo habíamos ahorrado lo necesario no más de lo necesario por lo que tendríamos que seleccionar muy bien los hoteles en los que nos íbamos a hospedar, seleccionar también los restaurantes, hubiéramos podido ahorrar un poco más para poder ir a quedarnos en lujosos hoteles, alquilar carros, urna todos los restaurantes más caros pero el afán de irnos y de por fin disfrutar el dinero que habíamos ahorrado, teníamos ya todo sabíamos que no nos podía faltar ir a visitar la torre Eiffel, el arco del triunfo, Venecia, y mil cosas más que había en la lista de mi esposa y en la mía, nos íbamos a demorar 4 meses que fueron todas las vacaciones ahorradas por 10 años, llego el día no podíamos estar más felices y más emocionados ya que ninguno de los dos se había subido jamás en un avión, entonces l ansiedad y los nervios eran muchos. La noche anterior alistamos maleta era invierno por lo que nos ocupaba mucho espacio para la única maleta que llevábamos amaneció y estaba haciendo mucho sol, cerramos todo le dimos las llaves a nuestra vecina para que regaras las plantas cuando pudiera por lo que no íbamos a estar por dos meses, nos fuimos a las 7 de la mañana al aeropuerto y el vuelo salía a las 10 peor no queríamos correr ningún riesgo de que el avión nos fuera a dejar, llegamos hicimos el chequeo, todo perfecto, el peso de las maletas también estaba perfecto y era lo que más nos asustaba, nos subimos al avión una hora dormimos cuando de pronto cayo una gran bola de nieve mezclada con fuego y hundió el avión lo mando hasta el suelo y lastimosamente ahí falleció mi esposa, ese viaje que tanto habíamos sonado ese sueño tan grande que teníamos se desvaneció.

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